“Lo esencial es invisible a los ojos- repitió el principito, a fin de acordarse.”
Esta cita de El Principito no es sólo muy poética. Además,
contiene una profunda verdad científica: los humanos sólo podemos ver
una diminuta fracción de la realidad que nos rodea.
Nuestros ojos están diseñados para detectar la pequeña fracción de
luz que tiene una longitud de onda entre los 400 nanómetros (el color
azul) y los 700 nanómetros (el color rojo). Sólo podemos ver cómo es el
mundo en este particular intervalo.
Pero vivimos en un planeta repleto de luz que está fuera de esos
límites (con longitudes de onda millones de veces más grandes y millones
de veces más pequeñas).
¿Qué aspecto tiene el mundo en otras longitudes de onda?
Esta es la pregunta que impulsó al fotógrafo Andrew Hurtleff a comenzar un proyecto bautizado “Movimientos en Rojo”.
Utilizando una cámara equipada con un filtro que bloquea la luz
visible, Hurleff ha realizado una serie de fotografías en el Infrarojo
Cercano (longitudes de onda entre los 800 y los 2000 nanómetros). En el
vídeo al final del post podéis ver el resultado.
Lo que vemos no es ni muchísimo menos todo lo que hay.
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