Talibanes de la provincia Helmand, al sur de Afganistán, ahorcaron públicamente a un muchacho de 7 años acusado de espionaje, según recoge la CNN.
El niño fue juzgado por el grupo extremista y más tarde declarado culpable de trabajar para el Gobierno del presidente afgano, Hamid Karzai. La ejecución tuvo lugar este martes en la ciudad de Sangin de forma pública.
Durante una rueda de prensa celebrada este jueves y a la espera de que los informes confirmen la veracidad del hecho, Karzai ha condenado el asesinato: "Es un crimen contra la humanidad".
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