Las fiestas taurinas (encierros y capeas) que cada año se celebran en numerosas localidades españolas se cobraron este domingo la séptima víctima mortal en lo que llevamos de 2009.
Ángel Luengo, conocido como El Indio, fallecía en el Hospital General de Castellón, donde permanecía ingresado en la UCI desde el 27 de agosto, después de que resultara herido por asta de toro cuando participaba en una exhibición taurina en las fiestas de Borriol (Castellón)
La primera víctima del año se produjo el pasado 30 de abril, cuando un niño de 10 años, de nacionalidad rumana, Gimi Raúl Szavuly, fue arrollado por una vaquilla en el transcurso de un festejo en Pinseque (Zaragoza).
A principios de julio moría un joven de 27 años, vecino de Alcalá de Henares (Madrid), tras ser empitonado en el cuello por un toro durante el cuarto encierro de los Sanfermines de Pamplona (Navarra).
También en julio perdieron la vidas dos hombres de 65 y 52 años. El primero durante los encierros de Isso (Albacete), tras ser corneado en el cuello y la cabeza por un novillo, y el segundo en Moncofa (Castellón) por el mismo motivo.
Ya en agosto, durante la celebración de las fiestas de Nuestra Señora y San Roque en Peñafiel (Valladolid), el día 15, un hombre de 53 años fallecía en una capea al recibir una cornada en el abdomen.
Motivos que ha llevado a las principales asociaciones antitaurinas del país a pedir la prohibición de estos festejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario