Asimismo, la Consejería cántabra ha confirmado este martes que el pasado sábado se recibió un aviso de los daños sufridos por un colmenar por parte de un oso en la zona de Valderredible, muy próxima al límite con la provincia de Burgos. Inmediatamente se trasladaron al lugar técnicos de la Dirección General de Biodiversidad que, tras estudiar el terreno y examinar las huellas, constataron que se trata de un oso pardo joven.
La noticia coincide con el aumento del número de ejemplares en los censos de los dos últimos años, "especialmente de crías", aunque la mortalidad en los primeros años de vida es todavía alta "por accidentes o causadas por los machos".
"Trabajamos para que buena parte de las crías puedan desarrollarse y convertirse en osos adultos", añadió la consejera. Para Ruiz, por tanto, la población del oso en Castilla y León "no está en regresión, sino en expansión", lo que relacionó con el Plan de Conservación del Oso Cantábrico, puesto en marcha hace algunos año
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