En la parte oriental, que engloba parte de la montaña oriental leonesa, la palentina y la cantábrica, FOP estima que existe una población cercana a treinta ejemplares, mientras que en la occidental (Alto Sil leonés, el occidente asturiano y Los Ancares gallegos) hay contabilizados unos 140 osos pardos, ha precisado Palomero.
A este buen dato se une que en 2010 se ha reducido el número de lazos ilegales de caza detectados por las patrullas de esta asociación en las zonas habitadas por el oso pardo comparado con otros años, pues los 47 interceptados este año son muy inferiores a los 196 que se descubrieron en 2008.
Precisamente para paliar los efectos de estos ataques y evitar el uso de lazos, en los últimos años se han repartido los denominados "pastores eléctricos", es decir, unos sistemas de electrificación de los cercos de los cultivos que, si bien no causan daños al animal atacante, le dan una pequeña descarga eléctrica que le disuade de sus intenciones.
"Supongo que la antes frecuentísima práctica de poner lazos no desaparecerá nunca, pero si conseguimos reducirlo (con estas medidas) a su mínima expresión, es una batalla ganada contra una caza furtiva muy peligrosa", ha apuntado.
El presidente también se ha felicitado porque desde hace una temporada no se han encontrado en esta zona osos envenenados y ha confiado en que la información y la presión social contribuyan a que desaparezca esta práctica ilegal, utilizada principalmente contra los ataques del lobo, pero que afecta a especies sensibles como los buitres o los quebrantahuesos.
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